sábado, 30 de mayo de 2015
Destierro ficticio
Eras el más sincero y el más hermoso
de los infrahumanos que a veces
me acompañaban en mis viajes cósmicos.
¿Dónde quedó tu sonrisa si luego
de treinta años me llamaste
fingiendo estar muerto?
Fingiste ser una poesía en cada lágrima
subrogado del rocío seco
y hoy bebes paciente mi sangre de elixir
que no es de los dioses.
Resurges de las flamas bajo la forma
de un búho con múltiples cabezas
y rompo en llanto.
¿Quién se asemeja a mí esta madrugada
que no tiene tus silencios?
Maldigo al mismísimo infierno
profiero
un lamento desesperado
y vuelves a la vida
pero veo en tus ojos que ya no tienes alma.
Te daré la espalda, pues me aterras
fingiste ser humano y desapareces
finges ser espectro pero eres
el único de ellos que puede llorar.
jueves, 28 de mayo de 2015
Escape del ordenamiento
Quería dejar de ser número
así que te regalé algunas sumas
unas restas, funciones,
ecuaciones imposibles.
Te confundiste. Te fuiste.
Quise dejar de ser número
y me volví letras
te regalé algunos cuentos
con finales felices
algunas prosas y poesías
ininteligibles.
Mas ni siquiera mi letra era clara.
Y otra vez te fuiste.
Quise dejar de ser número
y me volví música
pero mis tonos
no lograron conmoverte
y no te hicieron gracia
esos acordes disonantes
con los que me reía.
Quise dejar de ser número
y me transformé en viento
pero mi brisa no era suficiente
para que notaras su presencia
y luego te aclamaba con tal fuerza
que volaste lejos.
Quise dejar de ser número
e intenté ser tantas cosas
que terminé olvidando cómo ser yo
que era lo único que me salvaba
de aquella estandarización.
martes, 19 de mayo de 2015
Queda algo de mí
No te rías de mí, estoy
tan afligida por no haber ido a la montaña
en la que me esperaste
tantas horas, luego de haber partido
hacia el centro del universo.
De mi universo.
Ya sé que no es el tuyo
ya sé que no estamos
en la misma dimensión.
Que la mía es de colores.
No me juzgues por no ser más que esa
niebla transportable.
No te apartes de mi visión pues temo
olvidarte
tener que inventarte
otra vez.
otra imagen
otra semejanza
te vas de mí
Voy a caer desde arriba esta vez
hacia eso que no tiene fondo
pero no te preocupes
no voy a hacer ruido
o al menos ya no intentaré
que lo escuches.
Temo tanto que a veces me resigno
a desaparecer.
Oclusión del grito
En el viento me agito, inconclusa
cada pétalo se me abre y cae
muerto, seco
como mis lágrimas.
El silencio es rey y déspota
mas no se atreve a mirarme
descubrió que yo también puedo callar
y obnubilarlo.
Se me truncan los muros
arqueando mis cejas ralas
al compás del cantar
de mañanas desveladas.
Tengo soles de mil colores
para cada despertar
que ya no quiera abrir los ojos
por no ver los de la muerte.
Y me voy volviendo eterna
aire y firmamento
como quien viene, como quien va
y no espera nada.
Aunque el tiempo nos salude a veces
algo violento, más de lo mismo
mirémonos y aprendamos
cada forma de las nubes.
martes, 5 de mayo de 2015
Renuncia (o el errante devenir de los rostros para el día II)
Renuncio a mi máscara para los días de lluvia
pues cuando el sol sale
ya mi rostro se ha acostumbrado
y no soy más que una sombra de lo fingido.
Renuncio a mi máscara para el verano
a mostrar los dientes sin decir
a endurecer mis pómulos
al tiempo que se endurece mi alma.
Renuncio a mi máscara para cuando recuerdo
pues también he vivido aquello que me hace
arrepentirme a lo lejos
necesitar sobornar a las memorias
para que no duelan.
Renuncio a mi máscara para el olvido
pues no todo sobrepasa superficies
y no todo tiene por qué
producirme terror si ya no tiemblo.
Renuncio a mi máscara para cuando me alejo
pues bien sabés que miraré hacia atrás
aún cuando sólo pueda verte la espalda
y pensar que nunca vas a estar tan cerca
como cuando me viste llorar.
Renuncio a mi máscara para cuando voy a tu encuentro
pues no deseo tener que aparentar
que todo me es indiferente
y no mirarte como quiero
y no reír como quisiera, y no me escuches
también llorar, y tal vez volverte a alejar.
Renuncio a todos los rostros que alguna vez
me taparon el alma.
Duele arrancarse la piel y rasgarse las entrañas
más que nunca por lo que pueda acontecer.
Pero respiro, sin rostro, sin tener que mirar
de nuevo hacia un costado
para no verme en el espejo.
Renuncio a todas las ficciones que me he fabricado.
lunes, 4 de mayo de 2015
Mirame
Mirame
sacudime el universo
subvertime la fatalidad.
Abrí los brazos
gritá
estremeceme.
Mirame
con todo el peso del cosmos
liberame del silencio.
Despertame de mis miedos
soñá
deshaceme.
Mirame
transgredime la incertidumbre
prolongame los suspiros.
Cerrá los ojos
volá
perteneceme.
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