sábado, 25 de diciembre de 2010

Invirtudes cotimierdas

Yo leo. Estoy leyendo. Estaba leyendo. Así como cada página forma parte de un crisol de papeles embollados por la vida, por la virtud de un trigal, sólo porque es parecido a un crisol, o al girasol, o al sol que gira, pues en realidad no lo hace, si somos nosotros los que giramos a su alrededor. Si, dije "embollados". ¿No está bien dicho? ¿Qué otra palabra hubieses puesto ahí? ¡Que te folle un pez!

--¿A qué hora voy?
--A la hora que lo desees, o cuando la energía te traiga hacia mí. Y sólo... si, sólo si he terminado de bañarme. 

Qué bello es como todo en la vida es susceptible de ser escrito "en pelotudo". Bastardilla al margen, claro está, porque estas no-son-nuestras. 

--¿Qué te parece cuando baje el sol?
--El sol nunca baja. Somos nosotros que dejamos de mirarlo. 

Se sabe, es una buena idea, sobre todo por no tener que derretirnos con la mirada de crisol, o del girasol, ya no lo recuerdo. Tal vez era el trigo. ¿No son parecidos? ¡Que te folle un pez! 

--Me traicionó el (in)consciente.
--El que avisa no traiciona... 
--Yo te lo vengo avisando hace tiempo. 
--Entonces ya se que me (no) traicionarás. 

Si, la traición nos hace carne los milagros. Sabes que no es tarde, al menos no para mí, que siempre me tardo, para mí que no tengo reloj, y que el único que veo siempre está adelantado. Creo que es por eso que nadie me escucha... hablo cuarenta minutos antes de que alguien oiga. Se ha terminado mi cerveza. 

--Es negrita, y tiene mucha teta. 
--O tal vez tus ojos son pequeños. ¿Entran esas tetas en tu mano?
--No sé, me agradaría probar. Tal vez me entre una...
--La otra, entonces, puede ir en tu boca.

Tiene mi nombre. Una vez más tiene mi nombre. Sólo me espejea la identidad, pues yo no tengo tetas. Creo que me las arrebataron en un sueño. El otro día soñé que era torturada. Mi hermano soñó con aquelarres. 

--Te quiero, padre. 
--Yo también, hijo, pero no me llames "padre" porque me huele a iglesia. 

Las iglesias huelen rancio. Mi gata sueña con tripas. 

1 comentario:

  1. yo ya ni siquiera recuerdo como huelen las iglesias, buen texto me gusto mucho! ^^


    Nec

    http://nec6.blogspot.com/

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